martes, 23 de abril de 2013

La gente aún se casa.....


La gente aún se casa.
El parque de las nieves es quizás el espacio más paradójico de todo Girón. En ocasiones, es el lugar predilecto para llevar a cabo actos culturales que en realidad se reducen a los esfuerzos del alcalde por desviar la atención de su dudoso proceder en la administración, y que no son más de dos o tres por cada periodo. El sábado en la noche, el parque recibe todas las tribus urbanas del pueblo, y se convierte en una especie de Woodstock cotudo, engalanado por las fachadas antiguas, y la media luz de las lámparas al estilo barroco. Y digo Woodstock porque la fiesta de la marihuana y las demás drogas en el parque de las nieves es algo ya institucional en el pueblo, al punto que la policía se cansó de llevarse revoltosos a la estación y decidió hacerse la de la vista gorda.
Pero todo esto cambia cuando la iglesia está abierta (algo extremadamente raro) la única opción para que esto suceda es bien sabida por todos los habitantes del pueblo. Alguien de plata se va a casar.
Un sábado cualquiera, me encontraba en mi casa, intentando distraerme y evitando el tedio que se posa usualmente sobre mis fines de semana. Así que sin más opción, y cansado de estar encumbrado en mi habitación decidí salí a tomar aire fresco, o sea, a fumarme un cigarrillo al parque de las nieves. Sólo por si acaso me llevé mi cámara fotográfica, pues me dije a mi mismo “Uno nunca sabe qué imagen haya para capturar”. Desde que tomo fotografías la cabeza se me volvió un ocho pues mientras camino, compongo imágenes y me digo “Uy, aquí puede haber una buena fotografía” o a veces he llegado a pensar “Que tal que un día tome una foto y en ese mismo instante asesinen a una persona y mi cámara lo registre?” uno nunca sabe, en un país tan violento como este todo puede suceder. Al llegar al parque este se encontraba repleto de de automóviles, gente con trajes elegantes, y la iglesia estaba abierta. Decidí sentarme en un extremo a contemplar el doloroso hecho (Siempre he creído que el matrimonio es una forma de matarse lentamente). En la mitad del parque, dos señoras trabajaban afanosas extendiendo una alfombra roja, propia de estrellas hollywoodenses. Al lado de ésta, dos velos se extendían casi por todo el parque, soportados por candelabros muy bonitos donde reposaban sendas veladoras que daban un toque romántico a la escena (Según la gente) y lúgubre según yo. Mi cigarrillo iba por la mitad cuando de repente el carro de la novia, que se distingue a kilómetros de distancia por toda la pompa y los ramos de flores que se le adhieren, hace su entrada al parque y se estaciona justo a mi lado. Del carro desciende un señor robusto con un traje que se veía claramente que no era de él, se le ve incomodo con esta ropa, y además cuándo desciende del auto veo como ese impecable traje negro con corbata azul contrasta con unas fabulosas medias blancas con motivos de futbolito media canilla que el señor trae puestas.
Enseguida desde la iglesia unos jóvenes se acercan al carro y observan la novia.
Uno de ellos dice “Uy prima, tan linda que quedó”. Yo la verdad no comparto esa idea, cuando pude ver la novia observé que tenía un vestido tan grande que parecía un pastel andante. El señor que salió del carro inicialmente pregunta ¿dónde está Julián? ¿Ya llegó? A lo que uno de los muchachos que se han acercado responde, “no, aún no ha llegado”
El señor muestra su cara de descontento y exclama “Pero como hijueputas que el novio no ha llegado”. Desesperadamente el señor toma su teléfono celular e intenta llamar a mucha gente, mientras tanto viene el fotógrafo contratado por la familia y toma algunas fotografías a la novia descendiendo del carro. Puedo ver a la novia, es una joven mujer de no más de 22 años, bajita, con cara de niña asustada y a la vez fastidiada de estar metida en un traje que a duras penas la deja caminar. En ese momento por el otro lado del parque un señor afanado se baja de un carro, y arriva a la iglesia, la madre de la novia lo ve y dice “mire llegó Julián”. Entonces una proseción de gente viene tras la novia para ayudarle con su largo velo y evitar que este se arrastre por el suelo sucio del parque. Veo que las señoras que trabajan en la alfombra roja siguen en su labor, entonces pregunto a un señor que se encuentra a mi lado ¿A caso la novia no debía pasar por ese tapete rojo? El señor me responde “Nooo manito, esa misa ahí es carísima, y con ese trapo si que más, eso debe ser para una gente de más plata ahorita más tarde, eso hacen esa misa rapidito y llegan los otros pacientes a casarse, eso mijo es como peluqueando bobos esas misas ahí, yo he visto hasta 4 matrimonios un sábado”.
Comprendo le digo yo, reina un silencio, voy en mi tercer cigarrillo y toda la gente que se encontraba agitada antes de la misma se encuentra ahora dentro de la iglesia, decido que me quiero ir, y cuando volteo a mirar a mi compañero de andén, este me dice:
Que vainas no mano? La gente todavía se casa. Yo digo si, es increíble pero mire, ahí está la prueba, y se casan de blanco . . . . .

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